Enrique Santiago para Público

El único elemento positivo en la actual crisis que vive Izquierda Unida es el revulsivo en que se ha convertido dicha crisis, punto de inflexión que una vez sobrepasado está haciendo avanzar internamente la imprescindible reflexión colectiva sobre la refundación del proyecto de la izquierda alternativa, transformadora y republicana española, en un momento de crisis aguda y generalizada del capitalismo neoliberal globalizado y deshumanizado. En estos momentos en los que la brutal crisis económico y financiera provocada por la especulación y la desregulación sin limites de los mercados, -consustancial al sistema capitalista presentado por el pensamiento único como único viable- nos muestra con toda su crudeza la inviabilidad económica, social y ecológica del sistema, los ciudadanos se atreven a pensar que otros sistemas económicos tiene que ser posibles. Es tiempo por tanto de propuestas alternativas valientes, capaces de evidenciar ante la sociedad la posible construcción de otros modelos sociales, políticos y económicos alternativos, que ofrecen verdadera seguridad y garantías de justicia social y bienestar a los pueblos, a los trabajadores y en general a los ciudadanos. Así, la propuesta de Izquierda Unida de Socialismo del Siglo XXI tiene objetivamente hablando, el terreno abonado para ser al menos escuchada, atendida y valorada por millones de personas en nuestro país.

Propuestas políticas no faltan en IU. La próxima Asamblea Federal discutirá sobre tres diferentes propuestas, todas ellas coincidentes en algunos aspectos programáticos esenciales y a su vez diferenciadas en cuanto a la forma de caracterizar a la izquierda alternativa y su estrategia. Entre esas tres propuestas a debatir, la denominada “ Por un Izquierda Unida anticapitalista, republicana, federal y alternativa, organizada como movimiento político y social” se presenta como la mayoritariamente apoyada, sin duda porque en su elaboración han convergido distintas sensibilidades -desde el PCE a sectores independientes de izquierda, pasando por colectivos alternativos...- y ha supuesto una primera síntesis programática construida entre la pluralidad de visiones internas de la forma de avanzar hacia ese sistema social y político mas justo que nuestra sociedad demanda.

Para que las propuestas de Izquierda Unida se abran camino entre la sociedad española es imprescindible que el sujeto político que formule dichas propuestas alternativas goce d ella suficiente credibilidad que da el actuar -interna y externamente- en consonancia con los ideales y programas que se defienden públicamente. Recuperar la credibilidad social de la fuerza política que expresa su vocación de ofrecer alternativas reales y posibles es paso previo imprescindible para que dichas propuestas programáticas se escuchen, se debatan y se asuman por la sociedad a las que se les proponen.

Sin duda, en este momento existen condiciones óptimas para regenerar el proyecto político que en su día significo Izquierda Unida, recuperando la credibilidad de esta fuerza y posibilitando así el avance de sus propuestas. No existen recetas mágicas para ello, pero si existen medidas imprescindibles de adoptar, que sin bien no garantizan el existo del proceso de refundación, si no se adoptan de inmediato pueden provocar la muerte definitiva del proyecto. ¿Cuales pueden ser algunas de estas medidas?

1.- Unir para refundar: la defensa de los intereses de los sectores mas vulnerables de la sociedad, de los trabajadores y de los excluidos, para que todos los ciudadanos puedan gozar del mínimo bienestar que garantizan los recursos limitados del planeta, equitativa y sosteniblemente redistribuidos en función de las necesidades de cada cual, nos obligan a los militantes de la izquierda consecuente a anteponer nuestra unidad en lo esencial y principal frente a divisiones cainitas. Los absurdos enfrentamientos internos -las diferencias políticas entre compañeros no pueden resolverse mediante el exterminio político del discrepante- .

2.- Pacto de demócratas: reivindicamos para la sociedad la profundización de la democracia construyendo métodos participativos que conviertan al pueblo en el protagonista de su democracia, en el soberano que ejerce como tal de forma cotidiana.. Nunca tendremos la mas mínima credibilidad social si no somos capaces de defender en Izquierda Unida la democracia que proponemos para nuestra sociedad, (“el manejo de los censos”) aunque ello nos haga perder mayorías internas. Cualquier sistema social civilizado requiere para ser viable unas mínimas normas de convivencia interna, que consideren y defiendan a todos quienes los integran y sean respetadas por todos los integrantes del colectivo por igual.

3.- Una dirección de transición,: La compleja refundación de la izquierda transformadora y alternativa que Izquierda Unida siempre ha aspirado a representar, no puede solventarse como un mero tramite de puesta en escena asamblearia. No se acaba con las practicas erróneas sostenidas durante años de la anoche a la mañana, como si de una operación de prestidigitación política se tratara. La refundación de Izquierda Unida en dos fases -perfectamente diseñadas y definidas en cuanto a plazos, renovación de los órganos de dirección internos y cambio de métodos de construcción de acuerdos internos- es hoy un clamor entre la militancia que no debería ser hurtado por aquellos que puedan verse a si mismos como “clase dirigente habitual”.. Nadie debería caer en la tentación de hurtar este periodo de transición hacia el saneamiento interno global, transición que tampoco debe ser confundida con provisionalidad o interinidad” de los equipos de dirección -colegiados, si, pero fundamentalmente colectivos- que sean elegidos en la Asambleas Federal del próximo mes de Noviembre.

4.- Aislar factores de discusión y/o confrontación interna que enturbien el debate d ella refundación del proyecto: la próxima Asamblea Federal de IU ha de ser la del inicio de la refundación de Izquierda Unida y de la reformulación de nuestro proyecto estratégico.,. Parece mas apropiado que una vez acordada una nueva propuesta programática y una nueva dirección, renovada y colectiva, sea esta la que se aplique a la resolución de enfrentamientos cainitas internos que ya, de eternos que viene siendo, nos han hecho olvidar en muchos casos cual era su origen político real. Lo contrario-no nos engañemos- es renunciar a resolver conflictos enquistados o al menos retrasar su solución hasta el agotamiento de los contendientes, con la consecuente perdida de militancia en Izquierda Unida.

5.- Republica federal para España, acabando con el “confederalismo interno”: la izquierda coherente defiende el estado republicano y federal como aquel que permite la profundización de la democracia y la participación cotidiana de todos los ciudadanos en los asuntos y decisiones que le incumben, acercando el ejercicio del poder a la vida cotidiana de los pueblos. Tal reto requiere de estructuras políticas debidamente cohesionadas que velen por los intereses colectivos de todo un país. Por supuesto, dotándose de consistencia en sus formulaciones y de unidad de acción para la puesta en practica de las medidas políticas que suponen pasos efectivos en la construcción de ese estado federal y republicano. La degeneración interna en Izquierda Unida ha provocado la debilidad de la dirección federal y el correlativo “fortalecimiento” o “atrincheramiento de las direcciones de cada territorio”, prescindiéndose -u olvidándose- el proyecto estratégico común y considerando equivocadamente como objetivo estratégico las alianzas políticas regionales.

6.- Convocar a los “Estados Generales” de la izquierda alternativa española y de todo el estado: tras el inicio d ella refundación del proyecto, es necesario abrir el mismo a todo lo que en la izquierda real se mueve por la transformación social. Requerimos una nueva convocatoria social, un llamamiento a la construcción del nuevo proyecto entre los que están, los que estuvieron y los que podrían estar si corregimos las disfunciones y déficit democráticos arriba relatados. No hay mejor ocasión para poner en marcha este relanzamiento que la próxima convocatoria electoral para el Parlamento Europeo. Podemos convertir esta convocatoria en el inicio del despegue de una Izquierda Unida redundada, renovada y adaptada a la actual situación política europea, para ayudar a construir, mediante propuestas políticas desacomplejadas y ambiciosas, la Europa social y democrática que la actual Europa del capital y los déficit democráticos nos ha venido hurtando, en contra de los vientos de cambios sociales que recorren buena parte del planeta.

No hay mejor ocasión para mostrar a la sociedad española que Izquierda Unida ha cambiado y comienza nuevamente a representar las esperanzas de cambio y transformaciones sociales que tanta gente de nuestro país está esperando.

este artículo fue escrito hace unos días por Enrique Santiago para el diario Público, aunque finalmente no fur publicado

2 comentarios:

  1. Anónimo dijo...

    Ausencia de IU en el espacio de opinión

    Izquierda Unida ha rechazado seguir escribiendo en este periódico por discrepancias con la línea editorial. Una decisión sorprendente en un partido defensor de la pluralidad.

    Izquierda Unida en el Bajo Aragón ha dejado de ocupar por decisión propia la columna de opinión que tenía reservada en la página 8 de este periódico. A pesar de que este rotativo ha defendido la libertad de expresión y la pluralidad, otorgando un espacio a todas las agrupaciones políticas, IU ha rehusado a continuar a causa de las discrepancias con el tratamiento editorial. Sorprende esta decisión (que jamás se había dado hasta ahora) y más viniendo de una agrupación defensora del diálogo y la participación. El periódico LA COMARCA quiere poner de manifiesto el rigor con el que se tratan estas páginas así como el rechazo a esta decisión, esperando que haya sido muy meditada dada la gravedad de sus consecuencias.

    De acuerdo basicamente con el articulo ¿como podemos explicar la actitud de los compañeros, que gobiernan un Ayuntamiento, y "descontentos" por determinadas criticas de un semanario actuan como en su momento el PP con la cadena SER?

    Salud  

  2. Anónimo dijo...

    No soy tan optimista como Enrique de Santiago sobre IU. Hace tres años ya hubo una asamblea extraordinaria porque la situación era extrema. ¿Y su resultado? Más de lo mismo. Repartirse el botón de los cargos públicos a navajazo limpio.

    No es una cuestión política. Es, ¿Cómo luchamos contra camarillas que ocupan los cargos para repartir prebendas? ¿Cómo combatir a concejales que proclaman su apoyo al alcalde de Seseña mientras en su pueblo defienden la especulación y el ladrillazo?. Como se dice que se está contra la permanencia en los cargos y las misas cuatro personas en Madrid, por ejemplo, rotan de la comunidad al ayuntamiento del ayuntamiento a la comunidad, con el mayor descaro y saltándose la democracia por el forro?. El problema no es si somos más o menos anticapitalistas o republicanos. El problema es que IU se ha convertido en una franquicia (en manos de cuatro. En Madrid Ángel Pérez es el jefe, y se auto presenta como la renovación… ¡Manda Nuevos!). Desde esas franquicias, se cubren cargos públicos, de “confianza” (nunca mejor dicho), consejeros de Caja Madrid, empleados de empresas municipales… ¿Enrique como vas a combatir eso?