fábula de un balance

Erase una vez siete ratones de campo que pintaban de azul la primavera, recolectaban rayos de sol en verano, leían ensayos en invierno y tejían bufandas ocres en otoño.
El año acababa y como siempre hacían por esas fechas, se sentaron junto al fuego a hacer balance. Se podría decir, por muchas razones, que aquel no había sido un buen año. Su querido maestro había muerto justo el día en que todos los ratones celebran la gran fiesta del trabajo. Al poco tiempo, aquel otro ratón gordo y taimado les robó todos los rayos de sol que habían recolectado, destrozó sus ensayos, se bebió la pintura azul y cortó sus bufandas en miles de pedazos. Lógicamente la pintura azul le provocó un cólico nefrítico, pero esa es otra historia…
A pesar de todo, reconocieron que cientos de amigos ratones, al enterarse de la noticia, habían corrido a llevarles enormes botes de pintura azul, algún rayito de sol que tenían guardado para los momentos difíciles, nuevos ensayos que aún no habían leído y una larga bufanda con todos los ocres del otoño. Además, su maestro se asomaba inesperadamente, por los rincones de sus pequeños quehaceres de forma que, aunque le echaban de menos, les acompañaba a diario.
Al final decidieron que ese año habían aprendido mucho y que sus vidas estaban llenas de grandes pequeños ratones. Entonces resolvieron llenar cajas devolviendo a cada uno de los ratones amigos tanto cariño como el que habían recibido.
Sin embargo no os creáis que estos ratones eran todo amor, qué va, también tenían muy mala hostia. Así que también decidieron enviarle al ratón gordo y taimado una caja con toda la inquina que él había esparcido durante ese año. De ese modo cerraron su balance de forma muy positiva y se comieron las uvas con la sensación del deber cumplido.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado
Esta fábula está basada en un hecho real y en un bonito cuento que le leo a mi niño por las noches. Con el fin de preservar su intimidad he preferido mantener los nombres de los ratones protagonistas en el anonimato.

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