la asamblea

Por fin me he sacudido la resaca de la fase regional de Madrid. Pasaron muchas cosas y fue muy intenso. No se por donde empezar.

Algunas intervenciones como la de Alberto Arregui, que formaba parte de la lista de la pluralidad, la del documento de los cien, fue magnífica. Brillante su comparación de la cocina molecular de Adriá con el proceso político que vive IU. "Los ingredientes pueden ser los mismos, agua, sal...pero en unos casos salen platos sublimes y en otros hace falta echar avecrem para poder tragarse el resultado. Eso es lo que pasa ahora con IU, se está abusando del avecrem ideológico para maquillar los platos".
Frente a esta intervención otras más laxas, grises, correctas. Salió mucho la palabra unidad, pero como arma arrojadiza, nadie se lo creía. Ni siquiera los que la pronunciaban.
La defensa de las candidaturas nos mostró a un Gregorio Gordo descreído de sí mismo, agotado. A una Tania Sánchez centrada en su papel, esforzándose por creerse lo que decía. Por último Ismael González representó el discurso del optimismo, la fuerza y la pluralidad.
En Madrid el 52% votó a la NII, el 16% votó a IU abierta, el 30% votó a la pluralidad.
El relevo ha llegado. La refundación está aquí.



1 comentarios:

  1. Anónimo dijo...

    la pluralidad somos todos, no? no solo una parte...digo yo vamos.