la alcantarilla

La violencia hacia las mujeres siempre ha existido. Existió desde el momento en el que a un grupo de varones se les ocurrió que no todas las tareas tenían la misma importancia.
Las tareas de ellas eran diversas, aunque en muchos casos se realizaban cerca del hogar. No porque no fueran intrépidas, ni porque tuvieran menos fuerza, o corrieran menos, sino porque parían y amamantaban.
Durante mucho tiempo fueron respetadas, pero ese fue el tiempo de las otras familias, aquellas en las que ellas eran las que garantizaban la continuidad de la vida. Sus hijos eran sus hijos.
Ellos tenían otras tareas. Podían alejarse más del hogar pero no porque fueran más intrépidos, ni más fuertes, ni porque corrieran más. Ellos no parían y por eso cazaban.
Sus hijos eran los hijos de todos los demás.
Un día ellos descubrieron que podían domesticar algunos animales y que entonces no debían salir a cazar tan a menudo. Descubrieron que se podían apropiar de la tierra, pero que había que defenderla y que tenían que organizarse. Otro día descubrieron que al hacerse viejos sus rebaños y sus tierras no se irían con ellos, fue entonces cuando descubrieron que debían dejar su herencia a alguien. Pero sus hijos no eran sus hijos, eran los hijos de todos. Sólo ellas sabían que sus hijos los parían, sólo ellas podían asegurar que su herencia pasaba a sus vástagos.
Ese día fue cuando los hombres decidieron apropiarse del cuerpo de las mujeres. Si eran capaces de controlar sus cuerpos podrían tener garantías de que los hijos que ellas parieran fueran sus propios hijos también. Ese día fue cuando comenzó la violencia contra las mujeres.
Hoy, muchos, muchos siglos después la violencia continúa y se acentúa. El patriarcado siente miedo cada vez que una mujer se emancipa sólo un poquito y decide por si misma. Cada vez que decide sobre su cuerpo libremente, cada vez que expresa un deseo diferente al de los varones. Y entonces golpea con saña, mata con saña y castiga con saña.
Debemos pasar a la acción y en un día como hoy debemos denunciar que la propiedad privada y el patriarcado son las vías de expresión y de transmisión de la violencia de género. Nuestro sistema esconde a los verdugos en sus alcantarillas. Habrá que desatascarlas.

hasta la victoria

Otra resaca política tras la Asamblea Federal, pero esta con la sensación positiva de haber logrado que el documento de los cien fuera hegemónico en todos los sentidos.

Se aprobó mayoritariamente como documento marco y finalmente se votó en el plenario con un mapa concreto para la refundación de IU.
Esto abre sin duda una etapa que ilusiona, con unos ejes políticos totalmente renovados, con soluciones específicas y con tiempos claramente establecidos.
Falta ahora llegar al consenso necesario para nombrar un coordinador. Seguro que prevalece el sentido común y al final sale ampliamente respaldado el candidato de la lista mayoritaria, Cayo Lara.
Mientras tanto os dejo este enlace (pinchar aquí) para que os deleitéis con las cifras.

Al final las cosas son más sencillas de lo que parecen. Ahora ya no es momento de ganadores y perdedores. Es el momento de ver cuándo y hasta qué punto se hacen las cosas.
Hace apenas unos meses muchas de las cosas que se planteaban en el documento de los cien generaban sarpullidos diversos. Ese detallito unido a otras variables, insondables sin duda alguna por buena parte de la militancia, fueron las que hicieron aflorar cual champiñones en estación de lluvia multitud de documentos, manifiestos, declaraciones...
La intención clara de desviar el debate, unida a un intento fallido de ser más originales buscar el lenguaje más barroco sin contenido políco o incluso esconderse tras floridas ediciones no dio sus frutos. Finalmente las bases hablaban para pedir al unísono elementos que emanaban del documento de los cien, más allá de sus familias de origen.
Refundación, limpieza de censos, democracia radical en iu y coordinación colegiada, para la organización interna de nuestra fuerza política, programa político republicano y anticapitalista sobre la base de la democracia participativa, como respuesta a la crisis del modelo neoliberal. Eso lo piden las bases, lo reclama la militancia, lo necesita iu si quiere sobrevivir.
Pero ahora que todas las partes asumen esa necesidad, ahora que entienden que sólo recorriendo ese camino llegaremos a algo la pregunta es ¿en qué tiempo? ¿hasta dónde?
Pronosticar es difícil hoy, sin embargo hay algo que debe ser sin fisuras. Debe haber refundación, debe haber una coordinación colegiada que garantice la buena marcha de ese objetivo, debe haber un proceso de reafiliación y limpieza de los censos que permita restituir los agravios, debemos recuperar la democracia interna y respetar los órganos y los estatutos...y todo ello en un plazo máximo de un año.
No se si alguien ganará, no se si alguien perderá, pero hay un clamor que quiere que las cosas se hagan así y seguro que lo vamos a conseguir.

discusiones

Hay que reconocer que la sutileza no es una de nuestras virtudes. Sin embargo aunque no haya sutileza, hay quien tiene una cierta habilidad para conducir los debates a lugares que nos hacen perder nuestro tiempo y nuestro esfuerzo.

Estamos sumidos en una paranoia colectiva para determinar quien es más unitario o quien hace la síntesis más exacta.
Nuestra organización arrastra una cultura política que en los últimos años ha perseguido la discrepancia. La ha considerado traición, antagonismo, ruptura. Homogeneicemos el discurso, parezcamos políticamente correctos, aparezcamos como un todo cohesionado.
Sin embargo, hay dos razones positivas y que llevan a la unidad. Pero definitivamente pasan por la confrontación dialéctica, por el debate. Una, que el interés personal de quien lidera debe ser abolido en beneficio de la organización. No se puede consentir que los dirigentes dicten reglas que no están dispuestos a cumplir en aras de cuestiones alejadas de la transformación de la sociedad. Debemos tener una organización ejemplar, cuyas cabezas visibles estén lejos de despertar suspicacias.
Dos, debemos hablar de cuestiones políticas que pueden ser incómodas para muchos sectores de la sociedad. Ser capaces de abrir debates que pueden ser dolorosos, pero que sin duda son necesarios.
Definirse anticapitalista no es suficiente, debemos además dar respuestas concretas. No basta decir redistribuir, debemos proponer cómo, cuando, por qué.
Cuando nos pregunten ¿cómo llego a fin de mes? ¿Qué diremos?
Debemos explicar que nacionalizando bancos y empresas se consigue que los beneficios sean para todos. Pero debemos decir también que los trabajadores y trabajadoras deben ser los garantes de que ese patrimonio público lo siga siendo. Exigir que la parcela de poder que tiene cada ciudadano se amplíe en detrimento del libre mercado. Aumentar el poder popular.
Puede parecer imposible, pero al día siguiente nos levantaríamos y tomaríamos café y entonces habría cambiado la certeza de que el destino de la humanidad lo controla la humanidad y no la mano invisible.
Sólo hace falta valentía y debate entre nosotros para acordar el camino... y mucha, mucha alegría.

la oveja negra

En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra.

Fue fusilada.

Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.

Así, en los sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.

Augusto Monterroso

otra iu


No puedo dejar de recomendaros que pinchéis aquí. Un grupo de compañeros y compañeras de IU presentan una interesantísima reflexión acerca de la deriva del proceso de nuestra organización.

Vamos encontrando el camino.

la asamblea

Por fin me he sacudido la resaca de la fase regional de Madrid. Pasaron muchas cosas y fue muy intenso. No se por donde empezar.

Algunas intervenciones como la de Alberto Arregui, que formaba parte de la lista de la pluralidad, la del documento de los cien, fue magnífica. Brillante su comparación de la cocina molecular de Adriá con el proceso político que vive IU. "Los ingredientes pueden ser los mismos, agua, sal...pero en unos casos salen platos sublimes y en otros hace falta echar avecrem para poder tragarse el resultado. Eso es lo que pasa ahora con IU, se está abusando del avecrem ideológico para maquillar los platos".
Frente a esta intervención otras más laxas, grises, correctas. Salió mucho la palabra unidad, pero como arma arrojadiza, nadie se lo creía. Ni siquiera los que la pronunciaban.
La defensa de las candidaturas nos mostró a un Gregorio Gordo descreído de sí mismo, agotado. A una Tania Sánchez centrada en su papel, esforzándose por creerse lo que decía. Por último Ismael González representó el discurso del optimismo, la fuerza y la pluralidad.
En Madrid el 52% votó a la NII, el 16% votó a IU abierta, el 30% votó a la pluralidad.
El relevo ha llegado. La refundación está aquí.